Michigan Rabbit “Siempre me interesó entender el sentido de las cosas”.

Es conocido como Michigan Rabbit, pero su nombre real es Joaquín. Nos encontramos en Varela-Varelita, bar que amamos para entrevistar Yukis.

Joaquín empieza a contarnos un poco de él y de cómo fue que empezó a sacar fotos hace ya muchos años para nunca más frenar.

Hay personas que desde siempre saben lo que quieren, hay personas que lo descubren sin querer queriendo, y por supuesto, hay personas que nunca lo descubren. Joaquín pareciera estar en el grupo del medio, pero haciendo memoria para atrás, nos cuenta que para uno de sus primeros cumpleaños pidió de regalo una maquina Polaroid. “No sé si por la foto en sí. Me divertía la magia de lo instantáneo.” El mundo de las máquinas en general le divertía. Un mecanismo eficiente con resultados inmediatos: una aspiradora, una máquina de fotos, una licuadora. “Siempre me interesó entender el sentido de las cosas”.

Si bien reconoce que “todo es un ejercicio” no se identifica como paciente a la hora de esperar resultados, con excepción de los castillos de arena que hacía en la playa con su papá, para los que dedicaba horas y horas totalmente embelezado.

 

“Como todo, creo que te tiene que entretener o gustar de alguna manera para que lo puedas sostener.”

 

De chico decía que quería estudiar cine. Cuando terminó el colegio se hizo un test vocacional y el resutado fue: agronomía. Obediente por naturaleza, empezó sus estudios de agronomía en la UBA. A los dos años, con ya algunas dudas sobre la carrera, empezó a estudiar en paralelo en La Escuelita de Creativos. Al año siguiente de esto, largó ambas, y arrancó arquitectura. Hoy es arquitecto recibido tras muchos años de esfuerzo.

A sus 20 años, se compró su primer máquina de fotos en un viaje a New York, ahí se hizo una amiga que le enseñó los básicos de la fotografía. A la vuelta del viaje, un compañero de la facu le pidió que sacara fotos en un cumpleaños, Joaquín accedió y las subió a Facebook. Alguién vio las fotos y le pidió que fuera como fotógrafo a una fiesta. A esa fiesta le siguieron todas las demás.

Michigan Rabbit surge desde una elección por el anonimato, como un nombre de usuario para su cuenta de Flickr. Desde el momento cero, empezó a trabajar sobre el misterio. Pero la historia detrás es simple y tierna: de pequeño tenía un buzo con la inscripción de MICHIGAN y cuando jugaban en el jardín, su padre lo alentaba: ‘Ahí viene el conejo de Michigan, miren cómo corre, es tan veloz que prende fuego el pasto’. Con el tiempo se enteró, que en verdad corría lentísimo. Joaquín nunca fue bueno para los deportes, y lo mejor de eso, es que no le importaba.

Su estética o actitud frente a las fotos que hace es muy característica. Logra belleza sin mucho permiso. Sus fotos transmiten actitud, logran transmitir un ‘Acá estoy’ de parte del fotografiado.

 

“Me gusta que la gente sea consciente de que hay una cámara que los está captando. Por más de que esa conciencia dure una milésima de segundo porque justo miraste, vos en algún momento te diste cuenta que había un flash, y eso me encanta. Si bien son espontáneas, me gusta que al menos alguien en la foto se dé cuenta lo que está pasando.”

 

El capítulo moda se inició junto con su relación con la marca Garza Lobos. Sus creadores, Rubén Troilo y Constanza Von Niederhäusern, querían fotos de personajes de la noche vestidos con su ropa, buscaron a Michigan para desarrollar y materializar esta idea. Hoy, lo vemos en todos lados, pero como en todo, si hubo alguien que lo hizo primero.

Hoy en día su trabajo combina fotos para editoriales de moda y para eventos de marcas con las que lleva relación de años. “Me gusta laburar cerca de las marcas. Ver qué propuesta le sirve a cada una, pensar qué le conviene. Y no necesariamente desde la foto, ver qué se comunica, cómo se comunica.”

 

“Estoy en un momento en que me gustaría meterme a estudiar más, encontrar una especie de mentor. Me gustaría relacionarme con gente que labure distinto a mí.”

 

¿3 características que hablen de vos? Curioso seguro. Ansioso y egocéntrico, pero creo que todos lo somos. Te diría solitario pero la verdad es que estoy siempre con gente.

¿Cuál es tu mejor plan? Tirarme en el sillón y hacer nada. Ver algo en la tele tan malo que no tenga que ni pensar. Y comer.

¿Cuál es tu plato preferido? Me encanta la comida chatarra. Milanesas con papas fritas, milanesa con fideos, milanesa con arroz. Milanesa seguro.

¿Un pecado capital? La pereza.

¿Qué te inspira? La gente me inspira. La gente talentosa. Me gusta cuando me rodeo de gente creativa que hace las cosas distinto a como las hago yo, la gente que le mete mucha garra a lo que hace me encanta.

¿Un juego? Monopoly.

¿Personaje preferido? De chico, Aladino. Me copaba todo el tema del Medio Oriente.

¿Un pendiente? Laburar para algún fotógrafo.

¿Sos observador? Sabes que no tanto, me gustaría creer que sí, pero se me escapan bastante los detalles. No soy tan intuitivo ni tan observador.

¿Qué te mueve a hacer? La curiosidad.

¿Un aroma de la infancia? El caldo de fideos en la casa de mi abuela.

¿Una mente creativa que admires? Papá.

¿Un buen consejo que te hayan dado y quién te lo dio? Papá también. Me dijo “Lo perfecto es enemigo de lo bueno”. Y otro que me dio fue “Sin saber que era imposible él fue y lo hizo”.

 

“Sostener la fotografía y haber terminado arquitectura es un logro enorme.”

 

¿Un desafío? Intentar mejorar aspectos de lo que yo hago como fotógrafo, probar cosas nuevas, salir del lugar donde estoy cómodo.

¿Un motivo de malhumor? Las malas maneras, la gente mal educada.

¿Un ritual? No por elección, pero ponerme y sacarme los lentes de contacto todos los dias. Y me encanta salir a tomar el desayuno.

 

“Me encanta el ritual de la mesa. Sentarse con gente a compartir, conversar. La mesa me parece un invento genial.”

 

¿Cuál es tu desayuno preferido? Un Nesquik con 2 medialunas de grasa.

¿Qué es la belleza para vos? Lo real de alguna manera me parece lindo. Me gusta. No sé si lo real es bello pero si me gusta encontrar la belleza en lo que hay. No soy creador de belleza

¿Qué sumarías y que sacarías de la balanza? Sumaría más disciplina y delegar, y no sé qué sacaría…

¿Una moda que te gustaría que vuelva? El cassette. Y estoy seguro de que no va a volver nunca. No hay lugar para el casette.

¿Qué consejo le darías a tu yo de 15 años? Que nunca deje de hacer, que haga todo lo que pueda.

 

“El flash de la foto tiene eso de satisfacción inmediata que me gusta.”

 

¿Algo que te emocione aunque se repita muchas veces? Los actos de extremada bondad me emocionan; los reencuentros, las sorpresas. El reconocimiento a los logros me emociona.

¿Qué es el éxito para vos? Ser feliz.

¿Talento, experimento o ejercicio? Experimento y ejercicio.

¿Cómo te dicen tus amigos? Joaco, Joaquín, Michi, Mich, Cake (deviene de Joaco, Jake, Caco, Cake).

¿Cuál es tu fuerte? Mi familia, mis amigos, la gente que tengo cerca.

¿Un prejuicio que hayas tenido sobre vos mismo? Que no persevero lo suficiente.

¿Un éxito que te resulte inexplicable? El Ferrero Rocher.

¿Una cualidad que te reconozcas? El desorden.

¿Cuál dirías que es tu mayor extravagancia? Quedarme descalzo cuando entro a una casa.

¿Quién te gustaría ser por un dia? Mick Jagger o Satoshi Nakamoto.

¿Cuándo sos más vos mismo? Cuando duermo, cuando manejo o cuando me baño.

¿Algo que todo el mundo debería probar o conocer al menos una vez en la vida? Las milanesas con fideos, las medialunas de grasa con Nesquik y el helado de Dulce de Leche.

Joaquín no planifica sus fotos, las hace desde algo más bien impulsivo-infantil que le surge de forma natural. Es poco competitivo pero autoexigente. Manso de apariencia, por momentos tiene una expresión inocente de ‘yo no fui’, aunque sospechamos que es artífice silencioso de todo, internamente, in his head. Dice que no le es fácil saber lo que siente, aunque es sincero; pareciera no andar por la vida con muchas pretensiones, como con las manos en los bolsillos, pero ¿qué desea Michigan Rabbit? ¿y Joaquín?. Un tipo simple y complejo a la vez.

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