El HUB YUKI-TEMPLE: El trabajo colaborativo como pilar de la creatividad
A comienzos de este caótico año unimos fuerzas con Temple para dar lugar a un hub creativo con el objetivo de demostrar(nos) que hay otras formas de responder a las necesidades de una marca.
En un mundo en el que las posibilidades abundan y las oportunidades escasean, los espacios que permiten este cruce se asemejan a un oasis en el medio del desierto.
Siempre que escribo me gusta empezar con alguna analogía o comparación. Antes pensaba que era un capricho, pero con el tiempo me fui dando cuenta de que me entusiasma la idea de desprender nuevos universos de aquello que voy a decir. Quizás lo que cuento no te interpele, y hasta me atrevo a admitir que ese tampoco es mi objetivo. Solo espero que haya algo en el discurso que te mueva una ficha y te corra del pensamiento fácil, de ese que siempre viene primero. Una metáfora, un correlato, una palabra que resuene con lo propio de cada unx.
Esto es lo que hace el hub creativo que formamos junto a Temple. Pero vayamos de a poco: un hub es una plataforma en constante movimiento para creativxs de diversas disciplinas. Trabajamos con conceptos claves como la innovación en los procesos y las dinámicas colectivas. Combinamos la gran trayectoria de Temple con la enorme base de datos y comunidad creativa de YUKI, haciendo de la colaboración un pilar clave para que este dispositivo funcione.
Actualmente Temple se encuentra en un momento de mucha expansión y crecimiento. A través de su nuevo formato lata, podemos decir que está abonando a la federalización de la cultura artesanal. Temple mantiene un fuerte compromiso con la cultura y es de ahí que nace su vínculo con YUKI.
El hub busca soluciones alternativas a lo que Temple requiere en términos comerciales. Entendemos que cada acción es un mundo y, por lo tanto, precisa un recurso creativo diferente. Siempre partimos de la necesidad de hacer marca, de la cual surge una necesidad de comunicación. A esto respondemos con una idea, un concepto, una premisa disparadora. Nuestra forma de encarar un proyecto es haciendo infinitas preguntas, abriendo todos los caminos posibles, divergiendo para después converger. Una vez que tenemos en claro la esencia de la acción y las diferentes piezas que vamos a desarrollar, salimos a buscar los recursos creativos.
El hub trabaja basándose en los principios de cooperación y sinergia, lo que no quita que cada unx de nosotrxs cumpla una función. Mi rol es el de booker y productora. Soy la que mantiene el vínculo con lxs creativos, la que les hace el brief y lxs acompaña en todo el proceso de desarrollar la acción. Intento pensar a el/la artista como un estado al que todxs podemos llegar, y no como una profesión. Creo que cualquier persona que se sepa escuchada va a tener algo para decir. Es por esto que siempre trato de mantener activa mi curiosidad y permitir un espacio en el que las ideas fluyan y el trabajo florezca.
Y ahora sí vuelvo a la idea de desprender nuevos mundos de un concepto central. Nuestro propósito es habilitar un espacio para que el talento joven encuentre oportunidades de expresar su trabajo. Si bien lo que hacemos es poner ese talento al servicio de las necesidades de comunicación de Temple, nuestra prioridad es que cada acción refleje quién es el/la artista, qué hace y qué busca generar con su obra. La metodología se basa en contarle a lxs creativxs la idea general del proyecto y que a partir de eso, ellxs puedan desplegar sus propios universos. Me gusta pensar este proceso en clave de resonancia: hay algo que suena – el concepto inicial del hub –, y algo que resuena – el mundo de posibilidades que propone el/la artista.
Si llegaste hasta acá y te interesa la iniciativa del hub, no la dudes, escribinos! En un momento como este, poder abrir espacios nos significa un gran desafío pero también una enorme satisfacción.