Belén Giannetti

Tattoo

Empecé a dibujar desde muy chica. Me resulta extraño el término “empezar”, creo que nunca fue algo que me propuse, simplemente siempre fue algo natural para mí. Dibujar fue mi primera forma de expresión. Luego de pasar por varias carreras relacionadas a lo creativo y artístico, un grupo de amigos me incentivó a comprar una máquina para tatuar y así poder llevar mis dibujos del papel a la piel. En un principio me parecía una idea bastante loca y no voy a mentir, me daba un poco de miedo. La idea de que mi pasión pudiese llegar a ser un trabajo me generaba mucha ansiedad. Pero finalmente dejé la carrera que estaba estudiando, me compré la máquina y empecé a tatuar. Definiría mi estilo como ilustración llevada a tatuaje. Contornos medios, detalles en líneas muy finitas, y todo siempre en negro, sin relleno. Cada vez que tatúo lo hago con muchísima pasión, siempre tengo una vocecita dentro mío diciéndome “este va a ser el mejor tatuaje que hiciste”. Eso es a lo que apunto, a superarme cada vez más y más y poner todo mi amor y energía en mi trabajo, que es lo que amo y que, después de todo, es la máxima expresión de mí y lo que va a llevar alguien por siempre en su piel.