QUÉ CALIDO, EL PROCESO CREATIVO DETRÁS DE PITADA
Keki Keselman es músico autodidacta, director creativo y fundador de Que Cálido y es parte de nuestra comunidad, en esta nota nos comparte el proceso creativo del último proyecto que hizo, Pitada, el nuevo lanzamiento de Emmanuel Horvilleur, junto a su cálido equipo: Ana Loizaga, Ian Feld, Juan Ruiz Benavides, Mar Poyo y Rafa Vila.
Gracias a este proyecto, encontramos la excusa de hablar un poco de su proceso, algo que teníamos ganas de hacer hace rato.
Keki diseñó Que Cálido como un espacio que necesitaba él mismo para ser quien quería ser, un modo de ver las cosas y actualmente un equipo humano muy hermoso. Keki nació entre rottrings y escuadras de su padre y pinturas, lienzos y cartones de su madre. Aprendió desde muy chico que cualquier cosa que uno tenga en la imaginación, puede hacerse realidad, con un poco de cartón, cinta y alguna que otra magia.
“Como dice Henry Miller: “Nuestro destino no siempre es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas. Para la visión no existen límites”. Me considero un explorador creativo y diseñador que vuelca ideas sobre distintos soportes: gráficos, audiovisuales y sonoros. Las ideas comprometidas y auténticas, una vez realizadas pueden generar gran impacto en un mundo cada vez más efímero y vacío.”
MÁS SOBRE QUÉ CÁLIDO
Qué Cálido es un equipo creativo con un taller en Buenos Aires y las ideas son los cimientos de su filosofía: “Funcionamos como una agencia de publicidad y un estudio de diseño actual que, lejos de toda formalidad, busca darle a los proyectos o las marcas, un vuelo artístico, estratégico y creativo diferente. Somos el movimiento, porque estamos vivos, porque nos inquieta hacer, y esta es la música que hace vibrar nuestro mundo.”
“UN MODO DE VIVIR: Qué cálido es una mirada hacia el mundo, uno donde los sueños son tan reales como la ficción. La calidad trasciende, atraviesa la moda y sortea la dicha. Es una necesidad, algo que va más allá de cualquier persona, espacio o tiempo, no tiene forma ni materia, es un estado de la mente.
Qué cálido es el movimiento.”
Todo este universo, quedó plasmado en Pitada, el lanzamiento reciente de Emmanuel Horvilleur.
¿CÓMO FUE PARA USTEDES REALIZARLO?
Pitada es una experiencia audiovisual, un paisaje sonoro que consta de tres actos y un bonus track.
Es un período temporal compuesto por una serie de pitadas que suceden hoy, acá a campo abierto en algún lugar lejos de la ciudad, más bien cerca de los bichos, de los árboles.
Emma, hoy un navegante de diferentes cielos, desnuda el sentido de sus canciones, despojándolas de su producción original, para llevarlas a un nuevo espacio, para resignificarlas y tráelas a un estado más natural.
Pitada fue para nosotros un desafío súper interesante que funcionó como resultado de un largo proceso que venimos trabajando junto a Emma hace varios años. Emma es un artista gigante, siempre ha tenido una capacidad gigante para hacer canciones y Pitada viene a ponerlo sobre la mesa. Fue para nosotros la oportunidad de tomar un artista del cual siempre fuimos fans y poder posicionarlo en el lugar que siempre lo imaginamos, un Emma maduro, grande, y no hablamos de la edad, sino del lugar que merece como artista.
Fue un trabajo llevado adelante por un gran equipo humano que logró desconectarse dos días en un espacio natural, vibrando cada cosa que la naturaleza supo brindarnos. En una época difícil, luego de un año de pandemia, Pitada logró desconectarnos, y a su vez, conectarnos con un deseo profundo de realización que venimos soñando hace tiempo.
¿CÓMO FUE EL PROCESO EN ESTE CONTEXTO?
Nuestro proceso empezó desde la chispa, de la idea misma que tuvimos junto a Emma y empezamos a trabajar, había una necesidad de su parte y empezamos a trabajar. Había una necesidad por su parte de tocar, estaba surgiendo el nuevo formato en streaming en plena pandemia y queríamos hacer algo diferente, algo que pueda salir de lo común y llevar al espectador mediante un viaje lejos de la realidad. Pitada funciona como un canto de esperanza y buenos pensamientos, de conexión con la naturaleza y con la música.
Luego comenzamos a plantear la idea, este recorrido de película, de viaje a través de diversos espacios, horarios y momentos, era como pequeñas pitadas de humo en cada canción.
La producción se llevó a cada en dos días lejos de la ciudad donde logramos generar entre todo el equipo de producción y músicos una energía muy particular que se ve reflejada en el material.
Nuestro compromiso artístico estuvo presente durante toda la realización, y se trató de generar una constante correlación narrativa entre la semántica de la imagen con el contenido sonoro y poético de cada canción, de cada sonido. La intención de generar un espacio de deseo en el espectador, un espacio de esperanza en el imaginario dentro de tanto encierro, de tanta rareza.
Gracias por volar con nosotros.