Iair Said “Esa es la diferencia para mí entre la vocación y la profesión, el actor vocacional necesita actuar, el cuerpo se lo pide. Sino hay algo que se va muriendo.”
Iair como tantos otros de su generación, no encajó nunca en el formato tradicional del colegio. Era un marginado a nivel social. Quizás porque su sensibilidad no tenía lugar, quizás porque no le interesaba jugar al futbol o quizás porque era ‘gordito’. Fuera por lo que fuera, la pasó re mal, y actuar, le cambió la vida zarpado.
A los 7 Iair ya iba al psicólogo, quien le recomendó ir clases de teatro. En un diario íntimo de los 8 años, Iair decía se quería suicidar.
En el último grado de la primaria hizo una obra para el colegio “El violinista en el tejado”. Fue el protagonista, fue aplaudido y elogiado. Ahí hubo un quiebre, pasó de ser el último orejón del tarro para actividades como el futbol, a ser mirado y valorado, y a partir de eso, empezó a valorarse a sí mismo.
“Iair significa iluminará. No me imagino otro nombre. Me parece que mi nombre me representa bastante. Me siento muy relacionado con generar luz en los demás y potenciar a los demás. Me gusta la idea de ayudar a otros a sacar lo mejor de sí”.
A los 13 o 14 años empezó a estudiar teatro con Gabriela Toscano. Al terminar el colegio se metió en producción de tele en el TEA, pero ahí no había ficción, y él no quería ser productor de un noticiero asique se fue a la escuela de Nora Moseinco.
“En el primer dia de clases en lo de Gabriela, mientras hacíamos un ejercicio, su marido que es director, me felicitó y me puso de ejemplo frente al resto de la clase. Y ahí dije, “ah listo, aca me quedo.”
Iair tiene su sueldo desde los 18. Pero aun así, sus padres al día de hoy le dicen “¿Cuándo vas a estudiar medicina? ¿y si probas con….?” Él es abogado, ella es docente.
“A veces uno no es el problema, y tampoco lo es el entorno, sino la combinación de ambos”
“En la escuela de Nora se fomenta mucho eso de salir a hacer. Hay también una filosofía de ver el mundo con más humor, y hacer hincapié en el potencial de cada uno. No tratar de homogeneizar a todos. Ahí vas viendo que cada uno es distinto y eso es riquísimo, eso me cambió la vida, me abrió la cabeza 100%. “
A sus 22 años, por un momento se paró el laburo, venía con una seguidilla de trabajos, y de repente se cortó. En medio de un bajonazo anímico, manoteó un cortometraje suyo que tenía escrito hace tiempo y junto a una amiga salió a filmarlo, salió a hacer. Con ese corto, ganó un premio en Emiratos Árabes por mucho dinero.
“Lo hice por una necesidad vocacional. Invertí en ese momento $1500 que eran míos. Y en mi familia no estábamos acostumbrados a invertir en arte, iba a ser sin dudas un gasto. No tenía idea como me iba a ir, era apostar a mí mismo. Era la primera vez que hacia eso. Y además era el protagonista, necesitaba actuar.”
¿Sos enamoradizo? Si. Pero ridículo, en 30 segundos de chatear con alguien ya me hago una novela.
¿Cómo manejas la crítica? Re bien, si es constructiva me encanta. Me encanta que hablen de mí. Soy re objetivo conmigo mismo, soy re consciente de mis limitaciones y de mis deseos.
¿El mejor consejo que te hayan dado? Me lo dio una chica en un evento de Gancia: “Vos siempre ventilador en la cara. Pensá la imagen” y es verdad. Hagas lo que hagas, ventilador en la cara, ir para adelante, siempre en alto.
¿Algún desafío que tengas? El desafío para mí siempre es disfrutar, que no me es difícil, pero es sostener eso, el disfrute. Encontrar siempre el goce a las cosas que quizás no me gustan tanto y tengo que hacer igual. Sostener.
¿Un objetivo? Hacer. Parece una boludez pero es re difícil hacer. Para mí es re difícil levantarme todos los días de la cama y hacer. Quizás porque soy medio depre… nunca me voy a arrepentir de haber hecho. Todo me sirve, todo me es útil. Todo es constructivo para mí.
¿Cuál es tu gran miedo? A la muerte, porque soy claustrofóbico. No enamorarme, que no se enamoren de mí, perder a mis amigos. Todo lo relacionado a la muerte, a la perdida.
“Con el tiempo me voy dando cuenta que lo que más disfruto es compartir con amigos, y generar proyectos con amigos. Es la manera en la que más disfruto, que siento que confío en lo que estoy haciendo, que me gusta, me divierte”.
¿3 características que hablen de vos? Yo me relaciono mucho con la comida, el dinero y el sexo.
¿El tiempo mejor invertido? Estar en la cama es muy preciado. Es un tiempo que valoro mucho pero también me deprime mucho. Osea que no sé si es el mejor invertido, pero si lo añoro mucho. Deseo llegar a mi casa y estar solo sin hacer nada. Pero sé que si tengo que hacer eso una semana entera me muero.
¿El mejor piropo que te hayan dicho? Yo trabajaba en una casa de cambio y me dijeron que tenía dedos de pianista. Pero después con los años descubrí que los pianistas tenían dedos gordos y enanos.
¿Un objeto que no puedas parar de acumular? Mantecas de cacao y los difusores de olor.
¿Tu aroma preferido? Sándalo.
¿Te gustaría ser más…? Desapegado. Más flaco, y más impulsivo.
¿Un libro? No ficción de Alberto Fuguet.
¿Una comida? La tarta de espinaca con crema. Pero tenía otra… el arroz con camarones.
¿Dulce o salado? Salado.
¿Cuál es el mejor plan un domingo al mediodía? Ir a comer asado a lo del papá de mi amiga Violeta. Me gusta ir a comer a la casa de padres de amigos.
¿Con quién te sentarías a tomar un café? Me da la misma curiosidad de sentarme con Robert de Niro que con el vecino de enfrente.
“Para mí hay un cambio que tiene que suceder en la educación, que está sucediendo, hay una charla de Ken Robinson sobre cómo el colegio mata la creatividad. Al que no le va bien en deporte es un fracasado, y al que le va bien en matemática es un nerd.”
¿Una causa de mal humor? El hambre. Que no me pasa nunca, pero cuando me da hambre me quiero ir. Y cuando me quiero ir, me quiero ir. Y si no me puedo ir por algún motivo….me muero. Y el colectivo me genera mucho mal humor, prefiero caminar 40 cuadras. Esperar me mata. Soy re ansioso.
¿Un pecado capital? Pereza, lujuria y gula.
¿Talento, experimento o ejercicio? Experimento.
¿Un punto de inflexión? El violinista en el tejado.
¿Algo que no puedas disimular? Nada. Soy re transparente. Malísimo, porque o me pongo colorado, o se me ponen los ojos vidriosos.
¿Un héroe de la infancia? Billy de los Power Rangers. El azul.
¿Qué te enamora? Chatear me re enamora. La escritura…por eso twitter me parece increíble. Y el humor! Alguien gracioso me parte.
¿Qué te inspira? Todo trato de que me inspire. Cualquier cosa. Las cosas que yo hago en general como director y como actor son cosas re pequeñas y cotidianas. Trato de encontrarle la belleza a esas cosas, que todo sea una aventura.
¿Un ritual? Los viernes antes de ir a la función, duermo siesta y escucho un disco de Mon Laferte.
¿Un toc? Con la cuenta bancaria. Que necesito números redondo. No puedo tener $1100 en la cuenta, tengo que tener $1000 o 2000.